«Una foto es un tiro»

La importancia de la fotografía en el reporterismo gráfico
José Luis Cabezas fue un reportero gráfico argentino que trabajó para la revista Noticias desde 1989 hasta el día de su asesinato. Su muerte no fue un crimen de poca monta, fue un acto de crueldad y malicia que sacudió en su momento a una Argentina que luchaba por mantener la democracia que al fin obtuvo tras una violenta dictadura, una Argentina que buscaba dejar atrás el miedo.

Este suceso pasó a ser de vital importancia para el ámbito político argentino y su impacto no solo afectó a gran escala a los centros del poder político y económico del país, sino que aun hoy en día persisten los ecos de esa tragedia como símbolo de justicia y valentía, la bala de plata que puso fin a aquellos que se creían inalcanzables.

Tras 25 años de este acontecer se ha estrenado un documental titulado «El fotógrafo y el cartero: el crimen de Cabezas» que rememora y explica en detalle el estatus de Argentina durante el mandato del entonces presidente Carlos Menem y cómo se lleva a cabo la investigación del asesinato de José Luis Cabezas.

La explicación dada en el documental es fácil de entender y pone al corriente al espectador de todos los puntos necesarios para poder comprender las razones detrás del asesinato y conocer el complejo proceso judicial que se tuvo que llevar a cabo para poder llevar a la justicia a los implicados. Además que no solo relata de muy buena forma los hechos, sino que también muestra entrevistas y videos de la época dejando ver un lado muy emotivo de de los implicados, recordándonos que no solo era un fotógrafo o un ídolo mártir, sino un humano que era querido por sus familiares y amigos, un padre que dejó a destiempo a su esposa y tres hijos.

La muerte de una persona siempre es un suceso doloroso y más si se trata de un asesinato. Pero en este caso, la muerte de José Luis Cabezas impactó tanto en la Argentina de 1997 porque fue un cruel recordatorio de los crímenes de la época dictatorial, un recordatorio del miedo. El asesinato de un periodista con esas connotaciones mafiosas era algo que resultaba impensable al pueblo argentino que buscaba dejar atrás el pasado dictatorial y avanzar hacia una democracia libre y justa.

José Luis Cabezas es descrito por sus amigos y familiares como una persona valiente que buscaba hacer siempre su trabajo de la mejor forma posible, buscar siempre mejorar su habilidad en la fotografía, practicar su estilo propio y encontrar el encuadre perfecto para enmarcar la verdad. Cuando él decide tomar esa foto revolucionaria al empresario Alfredo Yabrán, él no lo hace buscando ser un héroe o un mártir, él lo hace buscando hacer bien su trabajo en lo que debía ser una Argentina diferente. Esto era ciertamente un acto para el cual se necesitaba valor puesto que el miedo que infundía Yabrán era tal que se jactaba de no dejarse ser fotografiado por periodistas, por esto, cuando Cabezas obtuvo al fin las primeras fotos públicas de este empresario, se desató una gran tormenta.

En este punto también se relata sobre la carrera de José Luis Cabezas como fotoperiodista, mostrando ejemplos de cómo buscaba conseguir ángulos para sus fotos que les dieran significado e impacto como fue el caso donde se sube a una silla para conseguir una fotografía desde una perspectiva superior al político entrevistado. Su forma de trabajar, que en algunos casos podría parecer grosera, deja claro que tan seriamente se tomaba su trabajo como reportero gráfico, puesto que estas fotos eran más que solo un aderezo para los artículos de la revista, eran una historia por cuenta propia. El documental mismo destaca este punto al usar fotos y videos de José Luis Cabezas para mostrar al espectador como eran sus relaciones con sus amistades y familiares, su ética de trabajo, y su vida en general, usando este recurso logra evocar la imagen del reportero y cargarla de mucha empatía.

A su vez muestra la vital importancia del reporterismo gráfico de una forma muy sutil, pero impactante a la vez, porque, si bien no se da una explicación a fondo de este punto, todos los sucesos se ponen en movimiento tras la famosa foto que Cabezas le consigue tomar a Yabrán. Las fotos para estas noticias tienen la intención de inmortalizar la imagen del suceso, que no solo fuesen palabras sobre un papel sino que representar con una foto al sujeto o suceso en cuestión. Una forma de captar la atención del público y a la vez de brindarles gran cantidad de información con solo una imagen que luego se complementa simbióticamente con el artículo para brindar un entendimiento completo e impactante sobre la noticia en cuestión. Yabrán estaba consciente de la importancia que tienen las fotografías en los reportajes periodísticos y por eso no solo no se dejaba fotografiar en sus entrevistas, sino que se vanagloriaba que el miedo que imponía era tal que ningún reportero gráfico se atrevía a fotografiarlo. Él estaba consciente de la importancia que tenía que su imagen fuese representada de esa forma y muy probablemente esa fuese la razón por la que decía que para él una foto era como un “tiro”.

Por esto, tanto las fotos de Cabezas sobre Yabrán como el posterior asesinato del fotografo, y sus repercuciones, estan todas cargadas de un importante simbolismo que queda muy claro al ver este documental. Cuando José Luis toma las fotos a Yabrán y las publica en aquel reportaje era una apuesta por demostrar el cambio, por hacer ver que Argentina empezaba ya a buscar un futuro que dejara de lado la impunidad y la corrupción, donde la justicia se impartiera como debía ser. Mientras que los actos de Yabrán eran más bien los remanentes de ese terror, de esa dictadura aún encasquillada al gobierno y queriendo mantener el poder mediante el miedo que tanto gustaban imponer.

Un pasado putrefacto que se negaba a dejar el país avanzar hacia el futuro.

El documental nos muestra a detalle que la batalla legal no fue un proceso simple tampoco. En varios momentos la corrupción gubernamental y policial estuvo a punto de lograr enterrar la verdad para siempre. Pero el pueblo se levantó. La muerte de este periodista fue tan simbólica que hizo darse cuenta al pueblo argentino que su futuro se volvía a sumir en ese miedo e impunidad, les hizo despertar y luchar por la justicia, por la democracia que tanto les costó recuperar.

Si bien la justicia logró ganar en aquel entonces, «El fotógrafo y el cartero: el crimen de Cabezas», cierra con una crítica puesto que actualmente todos los implicados del caso que aún viven se encuentran en libertad ya que diversos procesos legales recortaron sus condenas a solo unos pocos años a pesar de haber sido juzgados con la pena máxima de cadena perpetua durante los primeros juicios. Este documental no solo busca explicar a detalle un suceso importante para Argentina sino recordarle que siempre debe buscar la justicia.

Texto Luis Dávila (hijo) Fotos tomadas de Internet

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