Opinión
La relevancia de la fotografía como documento social

Por Elizabeth Romero
La relevancia de la imagen fotográfica en el análisis de la vida social y su papel como documento capaz de reflejar las contradicciones en las relaciones sociales de producción.
La imagen fotográfica desde una perspectiva contextualizada, especialmente aquella que queda fuera del campo tradicionalmente concebido como artístico, es interés de investigadores que desarrollan una aproximación analítica que dista de las obras de arte, por lo que el estudio de la incidencia de lo visual en la vida social a partir de su inscripción política, es una cuestión que emerge en el análisis de lo que precisamente se proponen. Lucero María, destacado por (Gentile, 2017) señala que “los estudios visuales se desplazan del foco puramente lingüístico de la semiótica y abarcan otras dimensiones arraigadas en el plano social, en el cultural y en el colectivo”. (p. 81)
En el análisis de la imagen fotográfica desde esa perspectiva señala (Moxie) que “las obras de arte (…) no son el único tipo de objeto visual cuya presencia requiere reconocimiento (…) los estudios visuales atienden a las variadas e incongruentes familias a las que pertenece la cultura visual, así como la naturaleza cambiante de la visualidad y la percepción”. (p.13) En palabras de (Broquetas & Cuarterolo, 2021) podemos interrogar a las imágenes como documentos históricos.
Los invisibles en la expresión del momento histórico
En acuerdo con (Freund, 2006), “Cada momento histórico presencia el nacimiento de unos particulares modos de expresión artística que corresponden al carácter político, a las maneras de pensar (…) en función de unas condiciones de vida muy distintas que caracterizan la estructura social de cada etapa de su evolución. (p. 7)
Fotógrafos se ocupan en mostrar a seres invisibles, como los llama el poeta Gustavo Pereira (2018) “tan numerosos, tan laboriosos y tan persistentes como las gotas de la lluvia”, siendo evidencia que reposa en la intencionalidad del que no solo quiere representar, sino también reconocerse en lo que somos como pueblo.
Allí, parte de la importancia política de la fotografía, toda vez que reproduce la vida social, develando las contradicciones propias de las relaciones sociales de producción.
Estructuras de sentido
La fotografía presenta valor al ser una forma sensible de expresión al comunicar estructuras de sentido, presentando diversas maneras de interpretación de lo circundante, pero también de la experiencia individual, adicionalmente facilita una práctica genuina de reafirmación.
Es la dimensión ontológica, que se devela en los estudios de la imagen, en la relación dialéctica entre su carácter representativo y de presentación, entendiendo la necesidad de no detenernos solo en el referente, accionando un dispositivo que detiene el tiempo y en palabras de Huberman dará lugar a nuevas temporalidades, será además ese objeto que permitirá indagar, encontrar sus dinámicas de relacionamiento, mirar el contexto histórico en el que se produce, contexto político situado.
Así, en la dimensión praxiológica, los fotógrafos también se ocupan en prácticas que demandan sensibilidad para ejercitarse con la irreverencia que permite avanzar colectivamente, impulsado por esa función humana le invita a tomar posición, partiendo del reconocimiento de lo común: luchas, rostros y vivencias que dan sentido a la vida en comunidad.
Narrarnos visualmente parte de situar el desarrollo de la técnica, pero no está ajena a estas dimensiones que se implican en un contexto que incide en las decisiones que toman los fotógrafos en base a lo que la realidad ofrece.
Referencias
Broquetas, M., & Cuarterolo, A. (2021). Fotografía en América Latina: historia e historiografía (siglos XIX y. FOTOCINEMA, 5-21.
Freund, G. (2006). La fotografía como dcoumento social. Barcelona: Gustavo Gili.
Gentile, L. (2017). Los estudios visuales en perspectiva latinoamericana. Entrevista a Maria Elena Lucero. Octante. Obtenido de https://papelcosido.fba.unlp.edu.ar/ojs/index.php/octante/article/view/403
Moxie, K. (s.f.). Los estudios visuales y el giro iconico. 7-27.
Pereira, G. (2018). Los seres invisibles. Caracas: El perro y la rana
La fotografía siempre retrata la vida
El Día Mundial de la Fotografía es una iniciativa del fotógrafo australiano Korske Ara, a propósito que el 19 de agosto de 1839, Luis Daguerre presentó ante la Academia de Ciencias de Francia, el Daguerrotipo, el invento que permitía capturar una imagen por medio de un proceso químico. Ese día se liberó también la patente del daguerrotipo y arrancó el desarrollo de la fotografía.
Hoy el progreso tecnológico ha transformado el arte de la fotografía y el surgimiento de las cámaras digitales en los teléfonos celulares puso en manos de cualquier persona la posibilidad de hacer fotografías.
En este momento de la historia, este arte que ha ido al ritmo de la evolución del hombre desde que se inventó en el siglo XIX, forma parte esencial de cómo se comunica el mundo. Ahora todo se refleja a través de ese lenguaje audiovisual que es la fotografía y todo aquel que tenga un celular con cámara, retrata un hecho de trascendencia mundial.
En cualquier parte del mundo se ha potenciado este arte de contar historias y lo que es más importante, se ha fortalecido un poder revolucionario con potestad para cambiar al mundo y es que ser fotógrafo no significa sólo tener una cámara y disparar, es captar un instante irrepetible y trasladarlo al espectador, en un lenguaje que el mundo entero pueda comprender la historia que cuenta la fotografía.
El gran aporte histórico de la fotografía es que siempre se ha solidarizado con las causas sociales y ha sido vehículo para mostrar al mundo, las vicisitudes por las que pasan algunas personas. El arte del lente ha funcionado y seguirá funcionando como prueba de cualquier detalle inherente al ser humano, porque por fortuna la tarea de la fotografía siempre ha sido y seguirá siendo, no sólo dejar constancia de los hechos y resguardar la memoria histórica, su fin, en definitiva, es retratar la vida.
Por Claritza Herrera
